Guía para reconocer y evitar la estafa del hijo en WhatsApp

La Guardia Civil advierte sobre la creciente amenaza de la «estafa del hijo», un fraude emocional donde ciberdelincuentes suplantan a familiares para pedir dinero por falsas urgencias. Utilizando aplicaciones como WhatsApp, engañan a personas apelando a su pánico y deseo de ayudar. Para protegerse, es crucial confirmar la identidad del supuesto desconocido antes de efectuar cualquier transferencia. Sea vigilante.

La amenaza creciente: ¿Qué es la «estafa del hijo»?

La llamada “estafa del hijo” es un fraude de suplantación de identidad que se apoya en la emoción, no en la lógica. Su objetivo es que un padre, una madre u otro familiar entregue dinero de manera inmediata, ante un supuesto imprevisto que afecta a un ser querido. Los delincuentes se comunican a través de mensajería instantánea, principalmente WhatsApp, y se presentan como el hijo o la hija desde un número desconocido, con la excusa de que ha perdido el móvil o tiene la línea bloqueada.

El mensaje inicial suele describir una emergencia, por ejemplo un accidente leve, un problema con el banco o un robo del teléfono. La narrativa se sostiene en la urgencia y en el miedo, dos detonantes que nublan el juicio y facilitan una transferencia rápida por Bizum o cuenta bancaria. El guion está pensado para que la víctima no contraste información y actúe sin verificar la identidad.

Las autoridades, incluida la Guardia Civil, alertan de que estos fraudes emocionales se multiplican por el efecto contagio, la baja barrera de entrada tecnológica y la facilidad para operar en el anonimato. Los estafadores aprovechan la información disponible en redes sociales y datos expuestos para personalizar el engaño y generar confianza en minutos. El resultado, por desgracia, puede ser la pérdida de cantidades significativas.

Detrás de esta estafa hay técnicas clásicas de ingeniería social combinadas con hábitos digitales cotidianos. La clave para protegerse está en entender que ninguna urgencia legítima impide realizar una verificación básica. Si el supuesto familiar no puede atender una llamada o una videollamada, conviene desconfiar de inmediato, detener el proceso y confirmar por otras vías.

Cómo operan los ciberdelincuentes en este fraude emocional

El primer movimiento es el contacto desde un número desconocido, con un tono cercano y una explicación rápida sobre la ausencia del número habitual. Frases como “mamá, he cambiado de móvil” o “papá, este es mi nuevo número” preparan el terreno para introducir una urgencia creíble. Pocos minutos después aparece el problema, por ejemplo una factura inesperada, un bloqueo de cuentas o una multa que vence en horas.

Para reforzar la credibilidad, el estafador comparte datos genéricos y piden discreción, con el argumento de que no quiere preocupar a otros familiares. La comunicación evita las llamadas de voz y la videollamada, se concentra en mensajes escritos y a veces emplea notas de voz cortas de baja calidad. El objetivo es mantener el control de la conversación hasta obtener el pago.

El método de cobro suele incluir Bizum, transferencia inmediata, recargas o tarjetas regalo, canales rápidos y difíciles de revertir. Cuando la víctima duda, se incrementa la presión con supuestos plazos, amenazas de sanción o miedo a consecuencias legales. Si consigue un primer envío, intentan un segundo pago con el pretexto de que la cuantía no fue suficiente.

La operación se apoya en la ingeniería social y, en ocasiones, en datos recopilados de redes públicas, agendas filtradas o mensajes antiguos. También pueden aparecer mulas de dinero, cuentas intermedias usadas para dispersar los fondos. Todo está diseñado para que el impulso emocional gane a la prudencia, por eso la mejor defensa es introducir pausas, verificar y romper el guion del estafador con preguntas que obliguen a una confirmación sólida.

Métodos comunes utilizados en la estafa a través de WhatsApp

Los estafadores explotan los hábitos de uso de WhatsApp, que se percibe como un entorno privado y de confianza. Primero, crean un perfil con foto genérica o robada, y un nombre que sugiere cercanía, por ejemplo “Hijo” o “Hija”. A continuación, envían un saludo breve y directo para que la víctima reconozca al supuesto familiar sin cuestionarlo, y reiteran que el número anterior está inutilizado.

El guion juega con la urgencia, por lo que piden no llamar, alegan batería baja o que están en un sitio sin cobertura. Insisten en que solo pueden escribir y que necesitan ayuda inmediata. Esta limitación evita la verificación de voz y mantiene el intercambio en texto, un terreno cómodo para la manipulación.

El pago se solicita con instrucciones precisas, como “haz un Bizum ahora” o “transfiere a este IBAN”. A menudo proporcionan cantidades redondas y conceptos de pago verosímiles. También piden capturas del justificante para confirmar la operación, lo que prolonga la interacción y dificulta que la víctima pida una segunda opinión.

En algunos casos, muestran una aparente empatía y prometen devolver el dinero en cuanto “se arregle el lío”. En otros, presionan con consecuencias inminentes, por ejemplo sanciones bancarias o gastos médicos. La combinación de mensajes cortos, horario intempestivo y bloqueo de llamadas es una señal clara de alerta, especialmente si el remitente rehúye cualquier método de verificación como la videollamada o una contraseña familiar preacordada.

Identifica signos y mensajes sospechosos

Las señales de alerta aparecen desde el primer mensaje. Si el supuesto familiar escribe desde un número desconocido, pide no llamar y afirma que cambió de móvil por un robo o avería, conviene detenerse y no responder en caliente. La urgencia extrema, con plazos de minutos y el uso de expresiones alarmistas, es un recurso clásico para forzar decisiones impulsivas.Alerta Guardia Civil: El número desconocido, inicio de la estafa

Imagen generada por IA con licencia de Freepik

Otra pista frecuente es la negativa a realizar una llamada de verificación o una videollamada. Quien tiene una emergencia real acepta hablar en voz o delega la comunicación en alguien cercano. Si el interlocutor insiste en mantener todo por escrito y evita pruebas de identidad, es probable que estemos ante una suplantación.

Los detalles imprecisos también delatan el engaño. Los estafadores recurren a términos genéricos sobre el incidente y no responden con precisión a preguntas concretas sobre rutinas familiares, apodos o información privada que solo conocerían los cercanos. Además, pueden aparecer errores de ortografía, fórmulas extrañas o un tono que no encaja con el estilo del familiar.

Finalmente, los métodos de pago pedidos a contrarreloj, por Bizum, transferencia inmediata o tarjetas regalo, son un indicador claro. Si piden enviar justificantes y mantener el secreto, hay que desconfiar y frenar el proceso. Ante la duda, verifique desde el número habitual del familiar y contraste la información con otro contacto de confianza antes de mover un solo euro.

Consejos para protegerse de la «estafa del hijo»

La protección más efectiva comienza con una norma simple, ante cualquier petición de dinero, verifique. Llame al número habitual del familiar y, si no responde, intente una videollamada o pida una prueba de identidad acordada previamente. Establecer una “palabra clave” familiar para emergencias reduce enormemente el riesgo de caer en una suplantación de identidad.Frena la estafa: Verifica la identidad antes de responder

Imagen generada por IA con licencia de Freepik

Configure hábitos de comunicación seguros en la familia. Si alguien cambia de número, que lo confirme por varias vías, por ejemplo una llamada desde el número antiguo y un mensaje desde una cuenta conocida. Desconfíe de los mensajes que impiden usar canales alternativos, ya que buscan bloquear la verificación.

Refuerce su seguridad digital para limitar la información que explotan los delincuentes. Revise la privacidad en redes sociales, reduzca la exposición de fotos, contactos y eventos, y evite publicar horarios, viajes o datos bancarios. Active la verificación en dos pasos en WhatsApp y otras aplicaciones, utilice un antivirus actualizado y mantenga el sistema y las apps al día para reducir vulnerabilidades.

Ante cualquier mensaje que le inquiete, aplique la regla de los tres pasos, pausa, contraste y decisión. Haga una pausa de unos minutos, contraste con otra persona y decida solo cuando haya datos verificables. Si el supuesto familiar no puede probar quién es, cierre la conversación y comuníquese por el canal habitual. Ninguna emergencia real se resuelve sacrificando la seguridad.

Pasos para verificar la identidad de un supuesto familiar

Primero, corte la urgencia. Diga que va a llamar y haga una llamada de verificación al número habitual del familiar. Si no responde, intente una videollamada con el remitente del mensaje y solicite que muestre el rostro y hable claramente. Quien no acepta, o pone excusas persistentes, ofrece una señal clara de desconfianza.

Segundo, use una prueba de identidad privada y acordada de antemano, por ejemplo una palabra clave, un dato íntimo o una pregunta que solo el familiar conocería. Pídale que la responda por voz, no solo por texto. Las respuestas genéricas, vacilantes o imprecisas son señales de alerta que deben frenar cualquier pago.

Tercero, verifique con un tercero. Llame a otro familiar, amigo cercano o pareja de la persona supuestamente afectada y confirme la situación. Hágalo antes de enviar dinero y, si es posible, por un canal diferente. Este contraste externo suele desmontar la historia del estafador en segundos.

Cuarto, inspeccione detalles técnicos del chat. Revise la foto de perfil, el tiempo de creación del contacto, la ortografía y el historial. Evite enviar documentos personales o imágenes. Si recibe enlaces, no los abra y, en su lugar, compruebe el contenido en un dispositivo seguro con antivirus actualizado. Solo transfiera dinero cuando haya confirmaciones concluyentes por múltiples vías.

Medidas de la Guardia Civil contra la ciberestafa

La Guardia Civil mantiene campañas constantes de sensibilización para alertar de las estafas de ciberdelincuencia, incluida la “estafa del hijo”. Difunden recomendaciones prácticas, casos reales y pautas de verificación a través de redes sociales y medios convencionales. Su mensaje central es claro, no pague sin verificar y, ante la duda, contacte con fuentes oficiales.

Además de la prevención, se impulsa la investigación de los hechos denunciados. La unidad especializada en delitos telemáticos coordina esfuerzos para rastrear flujos de dinero, identificar cuentas de mulas de dinero y colaborar con entidades financieras. La labor policial persigue tanto a los autores materiales como a las redes que facilitan la logística del fraude.

La cooperación con organismos públicos y privados resulta clave. La colaboración con bancos, plataformas de pago y proveedores de telecomunicaciones permite respuestas rápidas cuando se detectan operaciones sospechosas. Este enfoque reduce la ventana de tiempo en la que los fondos pueden dispersarse y dificulta el beneficio económico del delito.

En paralelo, se fomenta la educación digital de la ciudadanía, con materiales para familias, centros educativos y empresas. Se insiste en normalizar la verificación por voz o videollamada, en limitar la exposición de datos en redes y en reportar cualquier intento de estafa. La coordinación entre prevención, investigación y concienciación aumenta las probabilidades de frustrar estos fraudes.

Iniciativas legales y de sensibilización

Desde el ámbito legal, la estafa está tipificada en el ordenamiento español, lo que permite investigar y perseguir estas conductas. Las denuncias activan procedimientos que pueden implicar solicitudes de información a bancos, preservación de datos de tráfico y, llegado el caso, medidas cautelares sobre fondos. Es vital denunciar con rapidez para favorecer la cadena de custodia de la evidencia digital.

En sensibilización, las campañas buscan que las posibles víctimas reconozcan los patrones del fraude. Se publican recomendaciones en redes sociales, se realizan charlas y se difunden vídeos explicativos que muestran ejemplos de mensajes, excusas típicas y vías de verificación. El objetivo es que, ante un caso real, cualquier persona recuerde los pasos de seguridad básicos.

También se promueve la formación de profesionales en primera línea, como personal de banca, comercio y atención al cliente, que pueden detectar operaciones atípicas. Estas alertas tempranas, unidas a protocolos claros, ayudan a frenar transferencias antes de que se consoliden. El ecosistema de prevención se refuerza cuando todos los actores comparten señales e indicadores.

Para apoyar a las víctimas, se recomienda conservar pruebas, realizar un peritaje digital cuando proceda y mantener la comunicación con las autoridades. La combinación de respuesta jurídica, técnica y comunicativa no solo protege a los afectados, también dificulta la repetición del fraude por los mismos grupos. La sensibilización sostenida crea hábitos que blindan a familias y empresas.

Qué hacer si eres víctima de la «estafa del hijo»

Actúe con rapidez y de forma ordenada. Lo primero es interrumpir cualquier pago y contactar con su banco para intentar bloquear o recuperar los fondos, explique que puede tratarse de una estafa y solicite medidas de urgencia. En operaciones inmediatas como Bizum, la reversión es difícil, pero la entidad puede iniciar gestiones y alertar a la receptora.

Reúna toda la evidencia posible. Guarde las conversaciones completas, realice capturas de pantalla con fecha y hora y exporte el chat si la aplicación lo permite. No borre nada, los mensajes, audios, números y justificantes son fundamentales para la investigación. Si entregó documentos personales, notifíquelo a su entidad y valore la vigilancia de su identidad.

Denuncie ante la Guardia Civil o la policía competente. Aporte la información recopilada y cualquier detalle adicional, como perfiles de redes relacionados, correos y movimientos bancarios. Cuanto antes se realice la denuncia, más opciones habrá de trazar el dinero y de evitar que el mismo canal se utilice para nuevas víctimas.

Tras denunciar, refuerce sus hábitos de seguridad. Revise la privacidad de sus redes, cambie contraseñas y active la verificación en dos pasos en todas las cuentas críticas. Informe a familiares y contactos para que estén alerta si reciben mensajes similares. Convertir una mala experiencia en aprendizaje preventivo reduce el impacto y protege a su entorno.

Instrucciones para reportar y minimizar el daño

1) Contacte de inmediato con su banco, detalle el importe, la fecha, el destinatario y la referencia del pago, y solicite un intento de revocación de transferencia o bloqueo. 2) Documente la estafa, exporte el chat, guarde capturas de pantalla y conserve los archivos originales. 3) Anote el número del remitente, el nombre que muestra y cualquier justificante enviado.

4) Denuncie ante la Guardia Civil o la policía, lleve toda la evidencia en formato digital y físico. 5) Si sospecha de exposición de datos, pida a su banco alertas de operaciones, active límites de transferencias y cambie contraseñas. 6) Revise dispositivos con un antivirus actualizado y actualice el sistema y las aplicaciones para cerrar posibles brechas.

7) Informe a su entorno, especialmente a familiares mayores, sobre lo ocurrido y explique los pasos de verificación que aplicarán en adelante. 8) Si el estafador sigue contactando, no responda, bloquee el número y reporte el perfil en la aplicación. 9) Consulte recursos públicos de ciberseguridad que ofrecen asesoramiento y materiales de prevención.

Finalmente, realice un registro ordenado de todo lo sucedido, fechas, horas, importes y acciones tomadas. Este registro de actividad facilita la labor de investigación y le ayudará a recordar detalles con precisión. Mantenga una comunicación fluida con su banco y con las autoridades y actualice la denuncia si aparecen nuevos datos o intentos de contacto.

Contacto

Si has sido víctima o tienes dudas sobre la estafa del hijo, en Wifilinks te ofrecemos asesoramiento personalizado para que puedas proteger tu información y la de tus seres queridos. Recuerda que los ciberdelincuentes están aprovechando la tecnología para engañarte a través de mensajes aparentemente urgentes. Actuar rápidamente es crucial; verifica siempre cualquier solicitud llamando a tu familiar directamente, y si necesitas seguir los pasos correctos, nuestros expertos están aquí para ayudarte. No dejes que la preocupación nuble tu juicio.

No esperes a ser una víctima más de las estafas emocionales; tu seguridad es prioritaria. Recuerda que verificar siempre la información es tu mejor aliado. Contacta con nosotros en Wifilinks para obtener asesoramiento proactivo y evita caer en las trampas de los ciberdelincuentes. Cuanto antes actúes, más tiempo ganarás para asegurar tu tranquilidad y la de tus seres queridos.

Fuente: x.com/guardiacivil